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"Diablo Rojo" casi mata a monseñor Dimas Cedeño

Redacción Crítica en Línea Febrero 4, 2001

 El arzobispo de Panamá, monseñor José Dimas Cedeño, estuvo a punto de morir ayer bajo las ruedas de un "diablo rojo" que embistió su carro en vía España, a menos de 300 metros de la Curia.

Afortunadamente monseñor Cedeño salió ileso, pero su conductor David Grimaldo resultó con dos costillas fracturadas, ya que el golpe de la colisión fue del lado del conductor.

El accidente automovilístico se registró por imprudencia del busero, quien se pasó la luz roja del semáforo que se encuentra en la intersección que está frente al cuartel de bomberos de Carrasquilla.

El transportista que manejaba el autobús fue identificado como Gilberto Marengo, y labora en la ruta Veranillo-Río Abajo. El bus tenía la placa número 055693, mientras que el vehículo en que se transportaba monseñor Cedeño era un Nissan Sentra, color rojo vino, con número de placa 167075.

Cabe destacar que monseñor José Dimas Cedeño fue llevado rápidamente al hospital San Fernando, mientras que a su chofer lo trasladaron a la Caja de Seguro Social (CSS), donde se está recuperando de las lesiones.

 

Choferes de buses son una amenaza

Jaime Maduro
 Voy a opinar en lo referente al transporte de buses, ya que estoy cansado de oír a los transportistas quejarse de sus problemas sin ver los que ellos causan a la comunidad. 

Para empezar, quieren subir la tarifa sin ofrecer un servicio limpio, cómodo y seguro. 

La mayoría de los autobuses son chatarra emparapetada, con asientos rotos y sucios......según me han informado, porque afortunadamente, no tengo que utilizarlos.

Utilizan choferes que son una amenaza, no solo por la velocidad y desorden con el que manejan, sino por el escándalo de sus pitos y troneras, que usan sin importarles un comino el daño que causan a los oídos y a los altos niveles de estrés de los sufridos ciudadanos. 

Realmente no entiendo como habiéndo leyes que prohiban las troneras y los pitos, las autoridades no hacen nada al respecto. 

Les tienen pavor a los transportistas.  

Por qué? 

No tengo la más remota idea. 

Esta ciudad nunca va a ser una gran ciudad, mientras estas prácticas persistan. 

21 Septiembre 2000